Manuel Medina, Presidente del Consorcio Passivhaus
Aunque en España ya hay numerosos casos de éxito de rehabilitación de edificios con criterios pasivos, la construcción pasiva se asocia casi siempre a las nuevas construcciones.
En estos días duros de invierno es cuando más notamos las deficiencias de nuestros edificios, tanto si hablamos de confort como si hablamos de gasto energético. Separo el asunto de la salud porque creo que no somos aún conscientes de lo que afecta a nuestra salud permanecer en edificios insanos en los que estamos sometidos a corrientes de aire incontrolado, a cambios bruscos de temperatura o estamos expuestos a humedades que generan formaciones de moho y afectan a nuestras vías respiratorias.
En estos días duros de invierno es cuando las organizaciones y empresas que nos preocupamos y nos esforzamos por dejar un mundo mejor a las generaciones futuras, debemos recordar, con más intensidad si cabe, que otro modo de vivir nuestros edificios y nuestros hogares es posible. También en los días duros de verano, cuando el calor actúa sin piedad.
Las soluciones para construir y rehabilitar edificios que cuiden de nuestra salud y la de los nuestros, que sean eficientes sin renunciar al máximo confort y que sean responsables con el medio ambiente y el futuro de nuestro planeta están disponibles para todas las personas.
No debemos dejar pasar la oportunidad de aprovechar los fondos europeos de recuperación para conseguir el mayor número posible de edificios rehabilitados que en la actualidad son auténticos devoradores de energía, salud y confort.
Tampoco debemos y no podemos permitirnos el dudoso lujo de seguir entregando como edificios nuevos construcciones que no son solidarias con sus ocupantes y su futuro.
Desde el Consorcio Passivhaus, como líderes de la construcción pasiva en España, reunimos actualmente a más de 30 empresas totalmente comprometidas con el nuevo modelo de construcción centrado en el bienestar de las personas e impulsamos junto a la sociedad una vivienda saludable, eficiente y responsable.
La construcción pasiva también es compatible con todos los sellos verdes de construcción existentes, es dinámica y se adapta a las necesidades de cada territorio o tipo de clima.
Es cierto que el sector de la construcción se está esforzando en mejorar y se están dando pasos. También las administraciones comienzan a darse cuenta de los beneficios de una construcción consciente y solidaria.
La colaboración público-privada es imprescindible para conseguir unos objetivos que son buenos para todas las personas y el planeta, por eso desde el Consorcio Passivhaus ponemos toda nuestra experiencia, que es mucha, a disposición del sector y de la administración, animamos a todo el mundo a interesarse y a ser partícipes del nuevo modelo de construcción que pone el foco en las personas.
