Carlos Hernández Puente, Director Ejecutivo Internacional en Industrias de Materiales de Construcción
En un momento en que Europa se enfrenta al desafío de la neutralidad climática para 2050, el sector de la construcción se sitúa en primera línea. Teniendo en cuenta que los edificios representan el 40% del consumo energético de la Unión Europea, la Renovation Wave emerge no sólo como una necesidad, sino como una oportunidad para liderar la transformación hacia un futuro más sostenible.
La nueva Directiva de Eficiencia Energética de la Edificación (EPBD), aprobada el pasado mes de marzo, señala un camino claro hacia la reducción del consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero. Exige un nivel E para 2030 y D para 2033 en edificios residenciales, debiendo ser alcanzados tres años antes en no residenciales, una medida que acelerará sin duda la rehabilitación de los edificios menos eficientes. En el caso de España, el 83% de las viviendas está por debajo de los requisitos mínimos ya que tienen calificación F o G, por lo que el reto es monumental, pero a la vez una oportunidad increíble.
Más allá del cumplimiento normativo, la rehabilitación integral de la envolvente y las instalaciones de los edificios incrementa significativamente el valor de una propiedad hasta un 25% en casos reales demostrados, adicionalmente al ahorro en la factura energética y los beneficios en confort y reducción de huella de carbono. Además, una parte de la inversión podrá ser subvencionada a través de ayudas públicas de hasta el 60%, que continuarán con toda seguridad más allá de los fondos Next Generation para poder alcanzar los objetivos marcados por Europa. Las matemáticas no engañan, invertir en rehabilitación es más que rentable.
El éxito de la rehabilitación energética requiere una colaboración entre entidades públicas, propietarios, administradores de fincas, arquitectos, constructores, instaladores y fabricantes. Desarrollar alianzas estratégicas y ofrecer soluciones integrales facilitará la transición hacia edificaciones más sostenibles y eficientes. Este enfoque colaborativo nos asegura no solo la calidad en el resultado final tras la actuación sino también la optimización de costes y tiempos de ejecución.
Mirando hacia el futuro, la rehabilitación energética se perfila como un sector en constante evolución. La integración de tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial y el IoT, promete edificaciones no solo eficientes sino inteligentes. Estas tecnologías permitirán una gestión energética más precisa, adaptativa y eficaz, marcando el camino hacia la autonomía energética de los edificios.
Hoy más que nunca, es esencial que todos los actores del sector de la construcción y la ciudadanía en general tomen un papel activo en la transición hacia la sostenibilidad. Cada acción cuenta, desde adoptar prácticas de construcción sostenible hasta apoyar políticas que fomenten la eficiencia energética. Involucrarse en proyectos de rehabilitación, ya sea como propietarios, profesionales o simplemente como ciudadanos conscientes, es un paso hacia la materialización de un futuro más sostenible para Europa.
La rehabilitación energética no es sólo una obligación; es una oportunidad para reinventar nuestros espacios de vida, trabajar y convivir de manera más sostenible y eficiente. La hora de actuar es ahora.
