Pedro Prieto, Director de Ahorro y Eficiencia Energética del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE)
El objetivo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, diseñado por el Gobierno para articular los fondos europeos, es acelerar la recuperación económica y social tras la crisis de la COVID-19 e incrementar la capacidad de crecimiento a medio y largo plazo.
El Plan incluye, en su componente número 2, la “Implementación de la Agenda Urbana española: Plan de rehabilitación y regeneración urbana”, centrada en el impulso a las actuaciones de rehabilitación y mejora del parque edificatorio, tanto en el medio urbano como rural, con el marco estratégico de la Agenda Urbana Española, y asegurando la máxima ambición en el ámbito de la energía y la sostenibilidad, al tiempo que favorece actuaciones integrales que contribuyan a mejorar la calidad, el estado de conservación, la accesibilidad y la digitalización de los edificios. Todo ello, en el contexto de la necesaria consolidación de un sector estratégico en la transición ecológica y digital, en la recuperación económica y social, en la creación de puestos de trabajo, y en el cumplimiento de los objetivos 2030 en materia de energía y clima.
Cuenta con un presupuesto de 6.820 millones de euros y se estima que contribuya con 13.500 millones de euros al PIB y permita la creación de 188.000 nuevos empleos. Está liderada por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, en colaboración en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y cuenta con dos programas de gestión directa de IDAE: el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), con 300 millones de euros, y el Programa de Regeneración y Reto Demográfico, con 1.000 millones.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, ya estimaba la intervención sobre la envolvente térmica de 1.200.000 viviendas en el conjunto del período, comenzando con 30.000 viviendas/año en 2021 y finalizando con 300.000 viviendas/año en 2030, mientras que la renovación de instalaciones de calefacción y agua caliente sanitaria llegará a las 300.000 viviendas. Ahora y, gracias al Plan de Recuperación, estamos en disposición de acelerar estos objetivos.
Sin embargo, en IDAE trabajamos en este ámbito desde hace tiempo. Entre los años 2011 y 2018, este Instituto ha gestionado ayudas para más de 80.000 viviendas, a través de los programas de rehabilitación energética de edificios existentes PAREER-CRECE y PAREER II, con 400 millones de euros.
Tras estos, en 2020 lanzamos el PREE, que comprendía actuaciones de rehabilitación energética para la reducción del consumo de energía final y de las emisiones, mediante el ahorro energético, la mejora de la eficiencia y el aprovechamiento de energías renovables. Fue uno de los primeros programas, incluidos en el Plan de Recuperación. Finalizó en julio de 2021 y ha sido un auténtico éxito. Arrancó con 300 millones de euros y se amplió en dos ocasiones hasta superar los 400 millones.
En la actualidad, contamos con el PREE 5.000, diseñado a su imagen y semejanza, pero dirigido a municipios de menos de 5.000 habitantes. Con el compromiso de que la transición energética llegue a todos los territorios, se apoyan actuaciones de rehabilitación energética, instalación energías renovable y mejora de la eficiencia energética en la iluminación. Con los mismos objetivos, también para ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, hemos articulado hasta 323 millones en el programa Desarrollo Urbano Sostenible (DUS 5.000) para que las administraciones públicas de estos municipios impulsen la rehabilitación energética, la utilización de energías renovables y favorezcan la movilidad sostenible.
Los fondos europeos suponen, por tanto, una oportunidad histórica para la transición energética en nuestro país; y, la mejora de la eficiencia energética del parque de edificios, es una pieza clave en este proceso.
