Marta Vall-llossera, Presidenta del CSCAE
Al frente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España desde 2022, Marta Vall-llosera trabaja en la defensa de su colectivo, pero con la vista puesta en la mejora general del sector en cualquiera de sus variables. «Estamos en un momento clave que requiere pasar por el tamiz de la arquitectura. tenemos muchos desafíos por delante, pero soy optimista porque estamos en un sector de oportunidades», comenta.
Primera presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), Marta Vall-llossera estudió en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Entre 2015 y 2022 ejerció como decana del Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares, un cargo que compaginó, entre 2018 y principios de 2022, con el de vicepresidenta primera del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) en el equipo de Gobierno del presidente Lluís Comerón. Tras el desgraciado y repentino fallecimiento de éste, y tras un proceso electoral, se convirtió en la primera mujer al frente del CSCAE.
Desde su posición, trabaja en defensa de la arquitectura y del ejercicio profesional de los arquitectos y arquitectas españoles.
Ha defendido la urgencia de gestionar los fondos europeos Next Generation, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para impulsar la rehabilitación de viviendas y edificios y la regeneración urbana con el fin de adaptar nuestros pueblos y ciudades a los grandes retos del siglo XXI, como el cambio climático y las necesidades cambiantes de la población.
Asimismo, el CSCAE ha colaborado estrechamente con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la aprobación, en 2022, de la Ley de Calidad de la Arquitectura y, desde 2018, ha conseguido, a través del Observatorio 2030 del CSCAE, aunar al sector de la construcción y la edificación en España para la consecución de los ODS de la Agenda 2030 de la ONU. También ha impulsado herramientas para buscar soluciones al problema del acceso a una vivienda digna, adecuada y asequible a través del Foro Internacional UIA 2022 ‘Affordable Housing Activation: Removing Barriers’, en colaboración con la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), que ha alumbrado el primer Atlas Global de la Vivienda.
El sector de la rehabilitación, según las estadísticas de los Colegios de Arquitectos, vivió un año muy positivo en 2024. ¿Qué análisis hace de estas cifras?
En primer lugar, me gustaría incidir en que en España ha habido poca cultura de conservación y mantenimiento de edificios a diferencia de otros países de Europa. Los Fondos Next Generation han supuesto una oportunidad histórica para renovar los edificios. Dicho esto, los datos de visado fueron buenos en 2024, con un alza del 47% con respecto a 2023 en gran rehabilitación, muy superior a los datos anteriores a la pandemia. Aun así, siguen siendo insuficientes para cumplir con la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación (ERESEE) que nos marca Europa.
Existe cierta sensación de que el sector de la rehabilitación no ha alcanzado aún la velocidad de crucero. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Siguiendo con lo que he comentado anteriormente, los datos son positivos, pero están lejos sobre lo que nos marca la Unión Europea en materia de descarbonización en el horizonte 2030. El PNIEC elevó el objetivo de rehabilitación de viviendas en 200.000 unidades/año. De acuerdo también con la ERESEE, en 2026 habría que alcanzar las 100.000 viviendas rehabilitadas, llegar a 150.000 en 2027, a 200.000 en 2028, y, así, de forma progresiva, hasta alcanzar las 300.000 unidades en 2030.
Los Fondos Next Generation deberían haber supuesto el impulso definitivo para la rehabilitación junto a otras iniciativas en esa misma línea. Quizá tenemos que pensar que no ha habido los recursos necesarios en las Administraciones para dar agilidad a este tipo de actuaciones.
Se habla mucho últimamente de nuestro sector, incluso ha pasado a estar en el primer plano de la actualidad. ¿Cuál es el papel que deben desempeñar los arquitectos en el momento que vivimos tanto en edificación como en rehabilitación?
Estamos en un momento clave. El arquitecto siempre ha sido una figura indispensable en el sector de la construcción, pero su rol también ha evolucionado, ahora tiene que cumplir una tarea esencial por los retos medioambientales y sociales que tenemos por delante. Todo ello debe pasar por el tamiz de la arquitectura. Hablamos de cambio climático, envejecimiento de la población, vivienda digna para colectivos más desfavorecidos y desigualdad social.
Nos encontramos, por tanto, ante un desafío global en el que tenemos que pensar qué podemos hacer desde la arquitectura y el urbanismo. Los arquitectos son una figura clave cuando hablamos de edificación, cambio climático, sostenibilidad o ciudades saludables.
El CSCAE tiene un compromiso claro con la mejora del sector, a través de iniciativas como el Observatorio 2030 o la campaña #ArquitecturasParaLaIgualdad. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Buscamos una arquitectura que se defina por la igualdad. El Consejo creó en 2018 la Comisión de Género. Nuestro objetivo siempre ha sido un horizonte de equidad entre hombres y mujeres en arquitectura y en el sector en general. En 2018 nos sumamos a la Directiva «Dónde están ellas» de la Unión Europea y en 2020 creamos la iniciativa “Cimientos de Igualdad”, del Observatorio 2030 del CSCAE, que persigue atraer talento femenino al sector. En 2022 hicimos el estudio de situación de las mujeres en la arquitectura en España y el primer Plan de Igualdad en el Consejo. En 2024 pusimos en marcha la campaña #ArquitecturasParaLaIgualdad, una iniciativa que tiene repercusión todo el año más allá del 8 de marzo en términos también de cohesión y justicia social. En 2025, además de mantener activa la campaña #ArquitecturasParaLaIgualdad, contamos con #ForjamosCimientosDeIgualdad, la campaña conmemorativa de este año, que cuenta con testimonios de arquitectas, pero también de otras mujeres que trabajan en otros ámbitos de la construcción. Tenemos que hacer más atractivo este sector para atraer talento femenino porque debemos transmitir que es muy amplio, con muchas posibilidades de desarrollar una carrera profesional en ámbitos diversos.
¿Qué papel desarrollan las Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación de los Colegios de Arquitectos?
Esta Red de Oficinas de Apoyo a la Rehabilitación nació en diciembre de 2020 al servicio de las Administraciones Públicas, los arquitectos y los ciudadanos para gestionar las ayudas Next Generation. El objetivo es que los Fondos NG llegasen a los ciudadanos y pudiesen mejorar a través de ellos su calidad de vida.
En 2024 atendieron unas 21.000 consultas que llegaron a más de 38.000 viviendas. A través del trabajo de estas oficinas hemos elaborado documentos de referencia para el sector como una fórmula de tender puentes con los ciudadanos. También hemos creado el proyecto “RehabilitAcción Ciudadana” junto a la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV), también con el apoyo de European Climate Foundation (ECF).
La idea principal que mueve todas estas iniciativas es promover la cultura del mantenimiento y conservación de los edificios, buscando una rehabilitación integral de los mismos. Debemos pensar en la rehabilitación desde un concepto global, conocer en profundidad cada edificio y poder plantear las soluciones más adecuadas, quizá incluso afrontando la renovación por fases, pero sin olvidar un planteamiento general que nos permitirá actuaciones que son necesarias realizar a lo largo del tiempo. Así podemos identificar las mejores soluciones en cada edificio e incluso de esta manera poder involucrar a las Administraciones Públicas para identificar las barreras y las posibles soluciones a los proyectos.
La Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD) debe permitir cumplir con los objetivos de descarbonización del parque edificado que persigue la UE en 2030 y 2050. ¿Cuál es la valoración sobre esta Directiva?
La valoración es positiva. La EPBD establece instrumentos que son interesantes, como el registro digital y el Pasaporte de Renovación de Edificios. La mejora de los certificados de eficiencia energética, que serán más rigurosos, es un paso importante. Sobre este documento se podrán tomar decisiones vitales para la mejora de los edificios ya que exigirá estándares de máxima calidad.
Influirá en la forma de proyectar los edificios por parte de los arquitectos que deberán realizar un planteamiento global, teniendo en cuenta aspectos como las emisiones que generan los materiales, las técnicas a utilizar en la construcción o el mantenimiento de los edificios a lo largo de todo su ciclo de vida.
La nueva certificación energética, que debe convertirse en un documento clave, puede influir de un modo decisivo en la compra, venta y precio de los inmuebles.
La nueva versión de la EPBD plantea escalar la intervención en rehabilitación multiplicando hasta por 12 las cifras actuales. ¿Estamos en condiciones de poder hacerlo?
Aún estamos lejos de los objetivos que nos exige Europa en materia de rehabilitación. La EPBD marca el camino que debemos realizar todos para cumplir el proceso, especialmente en el caso de las Administraciones. También puede servir para sensibilizar al ciudadano porque a través de la presión social se puede avanzar en los objetivos que marca la normativa.
La clave para el futuro es plantear una rehabilitación integral en la edificación, porque lo cierto es que los Fondos Next Generation estaban más enfocados a la rehabilitación energética. En España, como he comentado antes, tenemos poca cultura de mantenimiento de los edificios, muchos de los cuales van acumulando patologías a lo largo del tiempo. Quizá se debe pensar en soluciones que complementen las ayudas actuales teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, mejoras estructurales en los edificios que también contemplen la accesibilidad, que tengan en cuenta los cambios sociales, incluso los nuevos tipos de familias y las necesidades actuales de las viviendas.
Hablamos, por tanto, de actuaciones en rehabilitación que apuesten por energías renovables, pero también a través de sistemas pasivos que mejoren la envolvente, los cerramientos, la distribución de la vivienda o la ventilación cruzada. De esta manera, podríamos reducir la actuación sobre la instalación y disminuir también la demanda energética. Tenemos que pensar en que, si únicamente nos centramos en el cambio de instalaciones, cuando pase un tiempo, podemos volver a estar en la casilla de salida.
Los Fondos Next Generation tienen como horizonte de ejecución el año 2026. ¿Cuál es su valoración sobre su desarrollo e implementación?
Ciertamente han significado un impulso para el sector, pero quizá el proceso no ha sido tan ágil como todos hubiésemos deseado. Para el futuro debemos aprender de ello, especialmente las diferentes Administraciones. Además, tenemos que ir más allá de los Fondos Next Generation, el reto que tenemos por delante es lo suficientemente importante como para seguir profundizando en esta línea.
¿Qué valoración hacen desde el CSCAE de la modificación parcial en marcha del Código Técnico de la Edificación?
La información que tenemos es que se está trabajando en una serie de apartados, especialmente en la transposición de la EPBD en dos etapas: ahorro de energía y sostenibilidad. También en el concepto de calentamiento global, declaración ambiental del producto, movilidad sostenible o la definición del Edificio de Cero Emisiones.
Muchas veces desde la industria se demanda un “Plan País” para hacer visible ante los usuarios la importancia de la rehabilitación y la eficiencia energética. ¿Qué más se podría hacer para hacer llegar el mensaje a los ciudadanos?
Se necesita más difusión. Los tres niveles de la Administración deben apostar por los incentivos fiscales, las ayudas a hogares vulnerables y dotar de más recursos humanos y técnicos en la tramitación de los expedientes porque esto transmite confianza. También se debe activar la cultura de la rehabilitación con campañas en línea con la que impulsamos desde el CSCAE con la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV), que generan interés y confianza en los usuarios. Debemos ser capaces de transmitir que las mejoras en los edificios y viviendas también se trasladan a las personas en términos de salud física y mental.
La renovación de un edificio mejora la calidad de vida, la salud de las personas y es una buena inversión en el patrimonio de las familias porque revaloriza las viviendas. También hay que incidir en que contribuye al interés general porque reduce el consumo energético y mejora la calidad del aire de nuestras ciudades, lo que tiene un efecto beneficioso para afrontar la crisis climática que vivimos.
Otro de los asuntos que preocupa al sector es la falta de mano de obra y de relevo generacional en las empresas de construcción y rehabilitación. ¿Qué cree que se podría hacer para atraer talento al mercado e incorporar a las nuevas generaciones?
Lo cierto es que es un asunto importante. Ahora mismo tenemos un grave problema de acceso a la vivienda, una enorme demanda en el mercado sin poder cubrir que, en buena medida, también podía paliarse si apostásemos por la rehabilitación a gran escala en muchas áreas urbanas que, de esta manera, podían formar parte de la solución.
Otro aspecto que debíamos abordar es hacer atractivo nuestro sector sobre varias ideas clave: ofrece estabilidad y buenas condiciones laborales, apuesta por la digitalización y la construcción industrializada genera oportunidades de trabajo de mayor cualificación en fábrica. Otra cuestión relevante es la incorporación de talento femenino porque la tasa de mujeres en el sector sigue siendo muy baja.
Por otro lado, la construcción industrializada deberá convivir con la construcción tradicional apostando por recuperar los oficios que se están perdiendo. Este tipo de formación, en el que deben involucrase las Administraciones y las empresas, también ayudaría a profesionalizar el sector.
En definitiva, tenemos mucho trabajo por hacer porque la situación de la vivienda es urgente y estamos en un sector que ofrece grandes oportunidades.


