Celia Rodríguez, Directora General de Propamsa
La Directora General de Propamsa, revela en esta entrevista el buen momento para el sector de la rehabilitación, la reforma y la eficiencia energética a raíz de la pandemia. “Tanto es así que esto llevó a seis de cada diez hogares a querer hacer reformas en sus viviendas, según datos que se barajan en el sector”, asegura Rodríguez. “El aislamiento y la impermeabilización se convierten en dos actuaciones fundamentales en nuestros hogares, teniendo en cuenta que reducen al menos un tercio las emisiones que los edificios lanzan a la atmósfera y se convierten en herramientas para alcanzar el confort, el bienestar y la calidad de vida en casa”, destaca también.
¿Cuál es su opinión sobre la situación actual del sector de la rehabilitación, la reforma y la eficiencia energética?
A raíz de la pandemia, el sector de la rehabilitación, la reforma y la eficiencia energética vive un buen momento. Las restricciones de movilidad nos obligaron a pasar más tiempo en casa y fuimos más conscientes de la importancia de estar cómodos en ellas, de ese ‘culto al hogar’ que antes pasaba más desapercibido.
Tanto es así que esto llevó a seis de cada diez hogares a querer hacer reformas en sus viviendas, según datos que se barajan en el sector; un momento dulce para las empresas vinculadas a él, teniendo en cuenta además su gran potencial, pues de un parque de viviendas con 26 millones de inmuebles, sólo un 5% de ellos están construidos atendiendo al CTE, un 40% están construidos con la normativa básica de 1979 y un 55% sin ninguna normativa, según cálculos de la CNC.
Por tanto, hay necesidad de rehabilitación y reforma, también en materia de eficiencia energética -se calcula que hasta el 99% de las viviendas sufren pérdidas de energía innecesarias- y, además los hogares son más conscientes de ello y están dispuestos a hacerlo, dos ingredientes importantes que empujan y mueven el sector. No obstante, aún estamos lejos del objetivo que nos hemos marcado de cara a 2030-2050 con la Comisión Europea, esto supone que hemos de pasar de rehabilitar 30.000 viviendas anuales a 300.000.
En este sentido, el aislamiento y la impermeabilización se convierten en dos actuaciones fundamentales en nuestros hogares, teniendo en cuenta que reducen al menos un tercio las emisiones que los edificios lanzan a la atmósfera y se convierten en herramientas para alcanzar el confort, el bienestar y la calidad de vida en casa.
¿Qué perspectivas cree que tiene el sector de la rehabilitación y la eficiencia energética en 2022? ¿Será el año del despegue definitivo?
Como decimos, la pandemia, las restricciones y el mayor tiempo en casa incrementaron el presupuesto y la capacidad de gasto de las familias, lo que empujó a su vez al sector de la rehabilitación y la eficiencia energética en 2020 y 2021.
El año pasado el PIB del sector de construcción creció un 2,7% respecto 2020, pero no debemos olvidar que el nivel actual es un 24% inferior al valor de la producción de 2019, por lo que necesitamos llevar al sector en general a valores superiores a 2019.
Las perspectivas pasan por que la tendencia al alza se mantenga al calor también de unos fondos europeos que pivotan alrededor de la transición ecológica y contemplan la rehablitación energética como una partida con 5.500 millones de euros de presupuesto.
¿Cuál cree que será el papel de los Fondos Next Generation para el sector de la rehabilitación energética y las energías renovables?
Sin duda confiamos en que sea un estímulo. Los fondos tienen que contribuir a acelerar la transición ecológica y esa transición ecológica pasa irremediablemente por una mejora del parque de viviendas español, que como decimos es un gran depredador energético y responsable de hasta un 40% de las emisiones que se emiten a la atmósfera. De hecho 7 de cada 10 euros de los fondos NextGeneration van a estar directa o indirectamente relacionados con la construcción.
No obstante, hay que analizar cómo se canalizan las ayudas. Sobre todo a nivel autonómico para que realmente sean unas ayudas finalistas, que lleguen realmente a su objetivo y no se pierdan por el camino.
Estos Fondos, por tanto, nos dan la oportunidad única de actuar en materia de rehabilitación y sobre todo en la rehabilitación residencial para propulsar medidas como la mejora de la envolvente de los edificios con herramientas como el SATE (aislamiento térmico por el exterior) que mejora el confort interior al reducir las pérdidas de energía y los cambios drásticos de temperatura, disminuye las emisiones que los edificios lanzan a la atmósfera y ahorra al menos un 30% en la factura energética.
