Revista de rehabilitación, reformas e instalaciones
Google search engine
Revista de rehabilitación, reformas e instalaciones
Google search engine

Más resultados

Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Arquitectura saludable y neuroarquitectura: rehabilitar para vivir más y mejor

Google search engine
iRehabitae-Gasalla-2023

Rita Gasalla, Presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable (OAS)

Cada vez son más las personas que deciden mejorar las condiciones de sus viviendas, actuando sobre estos espacios en los que pasamos el 60% de nuestras vidas. Por eso, el objetivo principal de cualquier reforma debe ser convertir nuestra casa en un lugar saludable.

En los últimos años, el encarecimiento de la energía y los fondos europeos Next Generation, han impulsado el interés por la sostenibilidad y eficiencia energética. Muchas reformas se acometen con ese fin perfectamente compatible con las premisas fundamentales de la arquitectura saludable y la neuroarquitectura: la salud física, mental y social de las personas.

¿Qué factores atendemos en una reforma desde este punto de vista? Me centraré en los principales.

La neurociencia aplicada a la arquitectura, o neuroarquitectura, ha demostrado que las proporciones de los espacios, materiales, colores, sonidos, olores, vistas, biofilia y luz influyen en nuestro cerebro y emociones. Así podemos incrementar la felicidad y el rendimiento de las personas.

La calidad del aire es clave en nuestro bienestar. El aire que respiramos en el interior está de promedio entre 2 y 5 veces más contaminado que el exterior, y eso causa importantes problemas de salud. Por eso, a la hora de proyectar una reforma, hay que asegurar una adecuada ventilación que aporte aire exterior. En zonas contaminadas, conviene filtrarlo previamente con sistemas de ventilación mecánica de doble flujo con recuperador de calor.

El confort higrotérmico es también fundamental en una reforma. Es importante garantizar una temperatura y humedad adecuadas porque fuera de rango (19º-24º y 40%-60%, respectivamente) afectan a nuestro estado de salud. Necesitamos ventilar y aislar convenientemente, contar con plantas que regulen las condiciones ambientales y con elementos de protección solar, como marquesinas, toldos y persianas.

Una de las características que más valoramos en una vivienda es la luz. Tiene efectos visuales y no visuales en nuestro organismo. Regula los ritmos circadianos- aquellos que controlan nuestros procesos biológicos- y nos permite percibir el entorno. Con una adecuada iluminación, natural y artificial, podemos evitar problemas de sueño, visión, concentración o estado de ánimo.

Mención especial merece también el confort acústico. Debemos aislar y acondicionar acústicamente las viviendas para evitar el ruido que causa problemas de concentración y sueño y enfermedades auditivas, cardiovasculares y nerviosas. En España, uno de los países más ruidosos del mundo, la contaminación acústica causa más de 1.000 muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones al año. Por eso, las viviendas deben ser un refugio contra el ruido.

Calidad del agua, ergonomía y radiaciones electromagnéticas son otros factores fundamentales para convertir nuestras viviendas en espacios saludables, sin incremento de costes o poco significativo.

Más allá de la eficiencia energética, con la arquitectura saludable y la neuroarquitectura rehabilitamos para vivir más y mejor

Compartir: