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Elena Longarela: “La rehabilitación se ha convertido en un sector clave que hay que potenciar y desarrollar”

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iRehabitae Nedgia 25/02/22

Elena Longarela, Directora Estrategia Comercial y transformación de Nedgia.

¿Cuál es su opinión sobre la situación actual del sector de la rehabilitación, la reforma y la eficiencia energética?

El parque de edificios en España es uno de los que peor calificación energética tienen en la Unión Europea. Muchas de las viviendas construidas antes de los 80 presentan un aislamiento deficiente o cuentan con sistemas energéticos deficientes.  Adicionalmente, España sigue siendo un país con una penetración muy baja en consumo de gas natural respecto al resto de la UE, que provoca que aún se consuma una cantidad no menor de combustibles menos eficientes.  Esto  conlleva un alto grado de emisiones de GEI y otros contaminantes, por lo que la rehabilitación se ha convertido en un sector clave que hay que potenciar y desarrollar especialmente en los aspectos relacionados con la disminución de consumo de energía.

¿Qué perspectivas cree que tiene el sector de la rehabilitación y la eficiencia energética en 222? ¿Será el año del despegue definitivo?

Los objetivos marcados por la UE y suscritos por los países miembros implican acelerar espectacularmente el ritmo de rehabilitación energética de los edificios. 2022 debería ser un año en el que se sienten las bases para que el cumplimiento de estos objetivos tan ambiciosos sea posible. Es fundamental que se desarrollen los mecanismos de colaboración público-privada; que se realice un plan de divulgación y que se ponga en funcionamiento la figura del agente rehabilitador para que se aúnen esfuerzos y se facilite la decisión de los ciudadanos y la posterior tramitación de todo el proceso. También es imprescindible el desarrollo de planes intensivos de formación de personal especializado, puesto que la carencia de esta mano de obra es uno de los frenos al desarrollo de estos proyectos.

¿Cuál cree que será el papel de los Fondos Next Generation para el sector de la rehabilitación energética y las energías renovables?

La llegada de los Fondos NG es una oportunidad histórica que no se puede desaprovechar. El presupuesto de casi 7.000 millones de euros hasta 2023 con unas ayudas que pueden alcanzar el 80% debe ser un aliciente para impulsar el sector y supone una palanca para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones a los que se ha comprometido España.  Vemos tres líneas de actuación básicas:

Primero, a través de la eficiencia energética.  Combinando actuaciones en la envolvente con la sustitución de equipos antiguos de gas por nuevos calentadores y calderas de condensación con lo que conseguimos, con la menor inversión posible, que se reduzca el consumo de energía primaria en los edificios y disminuyan de forma relevante la emisión de GEI de modo inmediato.

Segundo, con la sustitución de combustibles poco eficientes en los edificios por gas.  No podemos olvidar que en España aún existe un parque de viviendas importante con calefacción a gasóleo y, en menor medida, a carbón, así como un consumo importante de butano en zonas donde existe redes de gas.  Migrar estos consumos a gas natural o renovable tiene un impacto directo positivo en emisiones de CO2, además de suponer una reducción total de contaminantes locales que mejorarían significativamente la calidad del aire.  Adicionalmente, se eliminaría el CO2 y la polución urbana provocada por las cadenas de aprovisionamiento de estos combustibles (el gasóleo, el butano o el carbón se transportan en camiones o furgonetas que circulan por las ciudades).

Por último, incrementando el volumen de energía renovable consumida en los edificios. La energía renovable que mayor impacto tendrá en la rehabilitación vendrá de los gases renovables (en la actualidad biometano; en el futuro, el hidrógeno) que puede consumirse en estos edificios a través de las redes de distribución de gas actuales, para los mismos usos de calefacción, agua caliente sanitaria y cocción.

Si aprovechamos bien las oportunidades que nos brinda la transición energética, podemos en un futuro cercano contar con edificios con consumo energético para calefacción y ACS reducido, que usen un combustible con emisiones netas cero o incluso negativas, alcanzando el nivel de consumo casi nulo (ECCN).  Y lo mejor, es que en el caso del gas, son soluciones combinables con otras fuentes renovables como la energía solar.

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