Los españoles ahorrarían 50.000 millones de euros en sus facturas energéticas si se rehabilitan los edificios menos eficientes del envejecido parque edificado español para 2033. Así lo afirma Green Building Council España (GBCe) en base a un informe realizado por la consultora estadounidense Guidehouse.
La asociación estima que, en la actualidad, con una gran mayoría de edificios ineficientes desde el punto de vista energético, más del 50% necesitaría una rehabilitación en el corto plazo.
El momento no puede ser más idóneo gracias a las ayudas procedentes de los Fondos Next Generation que, premian las mejoras conseguidas en la eficiencia energética del edificio rehabilitado.
Para conseguir una menor demanda de energía del edificio y, por tanto, un mejor comportamiento, es importante actuar en todos los frentes del edificio (envolvente e instalaciones) y poder conseguir hasta un 80% de las ayudas disponibles.
La cubierta es uno de esos frentes que no se pueden descuidar ya que es responsable del 30% de las pérdidas de energía y de la gran mayoría de las patologías que se producen en un edificio.
Para poner de manifiesto la importancia de la impermeabilización y aislamiento de la cubierta en las obras de rehabilitación, AIFIm, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización, lanzaba recientemente una campaña para informar a los ciudadanos del valor que tiene mantener esta parte del edificio en óptimas condiciones para asegurar su sostenibilidad, seguridad y salubridad.
La asociación ha contado con la colaboración de otras tres destacadas entidades del sector: la Asociación Nacional de Especialistas en Impermeabilización (ANEDI), la Asociación de Instaladores de Aislamiento, (AISLA) y el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) que han hecho una revisión completa del documento en la que han aportado sus conocimientos técnicos y su visión sobre el sector.
Desde el CGATE estiman que el parque inmobiliario español está conformado por un 55% de viviendas muy deficientes (anteriores a 1979), un 39% deficientes (posteriores a 1979, pero anteriores al primer CTE) y un 6% eficientes (que se corresponden con las construidas a partir de la última revisión del CTE de 2019 y que se pueden considerar edificios de consumo de energía casi nulo).
Estos datos son complementarios a los que arroja el total de certificados de eficiencia energética que se han realizado y que, con más de 4,5 millones de CEE emitidos, demuestra que el 81% de viviendas, con letras E, F y G, siguen siendo muy poco eficientes.
Para el director técnico de la entidad, Juan López-Asiain, la campaña emprendida por AIFIm llega en el momento más oportuno, “como se puede observar, el potencial de rehabilitación de edificios y viviendas en España es muy alto. Pero, aunque tenemos la tecnología y profesionales preparados (pese a la escasez de mano de obra) para llevar a buen término las intervenciones energéticas, hasta hace poco existían barreras, como las económicas, subsanables ahora con la llegada de los Fondos Next Generation”, afirma.
Álvaro Pimentel, secretario general de AISLA, considera que es fundamental tener en cuenta la cubierta en la rehabilitación por tres razones principales: su eficacia, la facilidad de instalación y la gran oportunidad que ofrece el momento actual. “Es una actuación eficaz porque estimamos que, por la cubierta, se escapa entre el 30 % y el 40 % de la energía de calefacción y refrigeración. Es fácil porque la cubierta plana suele ser fácilmente accesible y podemos actuar directamente sobre la solución existente. Y, por último, es oportuno porque las cubiertas son elementos que requieren mantenimiento periódico, o mejoras como la instalación de paneles fotovoltaicos, y qué mejor que aprovechar una de estas actuaciones para mejorar las prestaciones térmicas de este cerramiento”, manifiesta.
En similares términos se expresa Moisés Martínez Campos, vicepresidente de ANEDI, la Asociación Nacional de Especialistas de Impermeabilización. “Con el paso de los años, muchas cubiertas sufren un importante deterioro, que se observa a través de humedades y filtraciones de agua. Rehabilitar las cubiertas por medio de una nueva impermeabilización supone el fin de estas patologías y es importante no caer en el error de hacer reparaciones puntuales, ya que muy rara vez dan resultados y suponen un coste altísimo dada su escasa eficacia”.
Rehabilitaciones para lograr los objetivos de descarbonización
Para el representante de ANEDI otro motivo es la mejora de la eficiencia energética, que conllevará que el edificio aumente su valor y que, asimismo, conserve mejor tanto el calor en los meses fríos, como el frescor en los meses de calor. De ahí que sea fundamental aprovechar las ayudas Europas a la rehabilitación que servirán para alcanzar los objetivos de descarbonización fijados por la UE para 2030 y 2050.
“Por último, no queremos dejar pasar otro aspecto vital de una correcta impermeabilización y es que favorece a mejorar el hábitat, posibilita que el ambiente sea más saludable y por tanto incide en la salud de las personas. Recordamos que la OMS relaciona directamente la presencia de humedades en casa con infecciones respiratorias como la rinitis alérgica, asma o bronquitis, y un nivel superior al 65% de humedad relativa de forma continua en un hogar puede ser perjudicial para la salud”, explica Martínez Campos.
En representación de los instaladores de materiales aislantes y de impermeabilización, Pimentel estima que “la correcta instalación es fundamental para garantizar las prestaciones de diseño de cualquier producto. En el caso de las cubiertas es aún más relevante, ya que cualquier defecto en la instalación puede ocasionar patologías de condensaciones y entrada de agua. Por eso se hace aún más importante contar con profesionales cualificados que conozcan las soluciones y las ejecuten correctamente”.
Los instaladores podrán beneficiarse del documento elaborado por AIFIm, sencillo y entendible, que demuestra, de forma clara y concisa, por qué rehabilitar la cubierta y cómo se debe acometer una intervención de estas características.
Para Moisés Martínez Campos la guía elaborada por AIFIm resulta especialmente útil y servirá para que muchos profesionales tomen conciencia de la importancia de una correcta impermeabilización que permitirá que la estructura de la vivienda presente una mayor durabilidad. “Una buena impermeabilización evita la corrosión en elementos tan importantes como las vigas de acero o los refuerzos de hormigón. También impide que se generen manchas de humedades por moho, por lo que la pintura permanecerá intacta durante mucho más tiempo. Por último, otra ventaja, no menos relevante es que previene la aparición de cortocircuitos, muchos de los cuales se producen por la aparición de agua o humedades a raíz de una impermeabilización deficiente”.
Todas las entidades colaboradoras en este trabajo de AIFIm coinciden en señalar que una buena impermeabilización, realizada por profesionales especializados, es sinónimo de garantía e incide directamente en una mayor calidad de la edificación y las condiciones de vida de sus habitantes.
El documento elaborado recalca la necesidad de confiar en profesionales a la hora de hacer la rehabilitación. “Necesitamos profesionales acreditados tanto para la acometida de todas las intervenciones necesarias para la rehabilitación integral, como para ayudar y acompañar a los ciudadanos en la gestión de la solicitud de ayudas y en ofrecerles toda la información”, matiza Juan López-Asiaín.
El trabajo elaborado por AIFIm, una entidad que cuenta entre sus miembros con las principales empresas del sector (ASSA, BMI-Chova, Danosa, Krypton Chemical, Mapei, Renolit-Alkorplan, Sika y Soprema) define los cinco pasos principales que deben tenerse en cuenta para acometer la renovación de la cubierta: estudio inicial, concienciación sobre los beneficios de la intervención, definición de la solución óptima, correcta instalación y plan de mantenimiento.