Revista de rehabilitación, reformas e instalaciones
Google search engine
Revista de rehabilitación, reformas e instalaciones
Google search engine

Más resultados

Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors

Regeneración del entorno urbano, el impulso para la rehabilitación energética de viviendas

Google search engine
IECA-Diciembre24

César Bartolomé, Director de IECA Tecnología y Promoción

Asumiendo que el parque residencial en España está envejecido y hay que rehabilitarlo, los agentes del sector inciden en que para lograr los objetivos de descarbonización es necesario alcanzar un ritmo de rehabilitación del 3% anual.

En 2020, se publicó la última versión de la aplaudida ERESEE (Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España) que impulsaría la rehabilitación energética en nuestro país. Tres años después seguimos alejados del objetivo y sin esperar un cambio de tendencia en el corto y medio plazo.

Es, pues, imprescindible analizar la problemática desde otra perspectiva y ahondar en las motivaciones de los ciudadanos para acometer o no la rehabilitación energética de sus viviendas.

Por supuesto, el componente económico es un factor determinante. De hecho, Bruselas ha dado luz verde a que las deducciones fiscales a la rehabilitación energética de viviendas del parque español se prorroguen hasta 2024, incrementando el plazo en un año. Y es que el periodo de retorno de la inversión acometida para reducir la demanda energética de los edificios es largo. Un correcto aislamiento de la fachada, por ejemplo, supone una inversión que no se recupera vía factura del gas antes de 15 años, y eso en el mejor de los casos. Además, aunque la rehabilitación incrementa el valor del activo, tampoco motiva al ciudadano de a pie, ya que suele acometerse en viviendas habituales sin expectativas reales de venta.

Puede que, como ciudadanos, nos animemos a acometer estas inversiones si vemos que nuestro entorno está regenerado y percibimos una mejora en nuestra calidad de vida. Nuestro barrio, con calles y espacios públicos rehabilitados, accesibles, con plazas, parques y zonas peatonales, permiten mejorar la estética del entorno e incorporar pavimentos fríos para mitigar las islas de calor, mejorando el confort de la zona. Lo más común es que los edificios de un barrio tipo daten de la misma época, con tipologías y necesidades de rehabilitación similares. Por ello, las operaciones de regeneración urbana con soluciones constructivas comunes, además de actuar como palanca, conllevan economías de escala que abaratan la solución.

Hay ejemplos de este tipo de actuaciones en España con resultado satisfactorio. Pero es necesario el liderazgo de las administraciones públicas, no solo aportando recursos económicos -disponibles a través de los fondos NextGen-, sino también implicando al sector privado; coordinando los proyectos; haciendo pedagogía, y modificando ordenanzas municipales y leyes autonómicas para permitir la viabilidad legal de estas actuaciones.

Hasta ahora hemos afrontado esta problemática de manera poco eficaz centrándonos solo en reducir las emisiones y en la rehabilitación energética de las viviendas. Parece necesario, por tanto, apostar por nuevas vías en las que el ciudadano perciba otros objetivos que le anime a actuar.

Compartir: