Las infiltraciones, la humedad, la capilaridad, el salitre y otros efectos causados por el agua en los edificios afectan gravemente la estructura, el valor y la salud de los ocupantes. Este problema se agrava especialmente en épocas de aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales o tormentas intensas.
En este contexto, la termografía demuestra ser una herramienta valiosa para que los inspectores de edificios y los especialistas en rehabilitación resuelvan los problemas ocasionados por diversas fuentes. No todos los casos de humedades en las paredes se deben a una rotura de tubería. Las paredes y techos húmedos también pueden deberse a la entrada de agua (por ejemplo, de tejados con goteras) o a la capilaridad. Además, pueden producirse daños por humedad debido a desagües bloqueados o drenaje inadecuado.
El uso de las cámaras termográficas de Testo permite identificar de forma fiable la causa de la capilaridad o la penetración del agua de lluvia antes de que estos problemas causen daños graves.
Cuando el agua penetra en una estructura, su ruta sigue el camino de menor resistencia, complicando su seguimiento. Sin embargo, mediante reglas básicas y la cámara termográfica testo 883-2, equipada con alta resolución infrarroja, sensibilidad térmica excepcional y ajuste preciso del margen de temperatura, se facilita la detección de humedad, permitiendo identificar y resolver problemas relacionados con la presencia de agua en edificaciones de manera confiable.
Con el termohigrómetro Smart Probe testo 605i mide la temperatura y la humedad ambiente proporcionando datos adicionales para entender mejor el entorno y las condiciones que podrían estar contribuyendo a la presencia de humedad.
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